Artículo que realicé para la Banda de la Escuela de Música de Bullas en el año 2003.
Si echáramos un vistazo a cualquier Historia de la Música nos encontraríamos con abundante documentación acerca de los grandes compositores y de sus obras más importantes, de las formas y estilos más representativos, de las formaciones vocales e instrumentales que se han desarrollado a lo largo de la historia y de otras muchas cosas, de tal manera que quedaríamos alucinados ante la inmensidad de música que se ha hecho y que se sigue haciendo.
También nos daríamos cuenta que en lo referente a las Bandas de Música la información que se ofrece es nula o bastante escasa. Pero este hecho no hay que tomarlo como si las Bandas de Música no fueran importantes. Al contrario, nadie duda sobre la calidad de esta sólida formación instrumental. Lo que pasa es que con tanta diversidad de formaciones musicales, tantas maneras de hacer música (con Orquesta, Banda, cuarteto de cuerda, dúos, tríos, piano solo, coro, rondalla, gamelán... y tantas combinaciones posibles como la mente pueda imaginar), que al final te das cuenta que la Banda de Música, pese a la indudable importancia que tiene hoy en día, es una manera más de hacer música.
Aunque algunas Bandas se pueden comparar con verdaderas Orquestas Sinfónicas, el factor histórico termina por imponerse. Las orquestas tienen más prestigio y están mucho más consolidadas. En cualquier ciudad importante del mundo es normal que haya alguna. Además, los compositores han preferido componer más para orquesta que para banda. El repertorio también es más universal. Lo mismo puedes escuchar una sinfonía de Beethoven en Nueva York, que en Pekín, en Berlín o en Murcia.
En cambio, las Bandas de Música, en cuanto traspasamos nuestras fronteras, se observan ciertas diferencias: Pueden cambiar algunos instrumentos (ejemplo: la banda de metales que aparece en la película “Tocando el viento”) y puede cambiar el tipo de repertorio (en España es tradicional interpretar pasodobles y zarzuelas).
Centrándonos más en este tema podemos decir que el repertorio que tiene una Banda de Música se puede dividir en dos grupos:
1. Las obras compuestas exclusivamente para Banda.
2. Las adaptaciones y transcripciones.
Y llegando a este punto se nos podría plantear la siguiente cuestión: ¿Qué obras son las más adecuadas para adaptarlas a una Banda de música?
Para contestar a esta pregunta primero habría que reflexionar sobre algunos puntos que quizás no tengamos muy en cuenta. Y lo haremos deteniéndonos por un momento en el primer apartado (y de esta manera quizás ya no tengamos que detenernos más adelante en el segundo).
Si echáramos nuevamente un vistazo a cualquier Historia de la Música podríamos deducir fácilmente que no hay ninguna forma o género musical que sea exclusivo de su instrumento o formación instrumental. Al contrario, todos ellos son intercambiables. Y la música ha evolucionado precisamente debido a ese intercambio. Un ejemplo de los muchos que hay sería la Sinfonía, que tomó la base de la Sonata e incorporó elementos propios de otros géneros musicales como el Concierto y la Suite. También se incorporaron recursos más antiguos como las fugas. La influencia de la música popular era también evidente y no digamos de la Ópera y de otros géneros vocales hasta el punto que llegaron a introducirse las voces y los momentos corales en una forma musical que en su origen era solamente instrumental.
Muchas obras antiguas no especificaban si las piezas eran para voces o instrumentos y tampoco se especificaba el número ni el tipo. Por eso era habitual cantar o tocar estas piezas con los medios de que se disponía. (Vivaldi compuso un concierto para dos mandolinas y Beethoven uno para bandurria, precisamente unos instrumentos que no se relacionan demasiado con estos compositores). Por lo tanto los géneros vocal e instrumental han estado interrelacionados, tomando uno elementos del otro.
Aunque hoy en día hay una mayor preocupación de concretar para qué voces o instrumentos tiene que ser la pieza no deja de llamarnos la atención de que muchos compositores suelen hacer varias versiones de algunas de sus piezas para otros instrumentos. Incluso hay piezas de orquesta que se transcriben para Piano y viceversa, aunque parezca increíble. Hay arreglos para orquesta de canciones populares y tradicionales del folclore de muchos países. En España por ejemplo se interpretan con orquesta hasta las coplas más populares.
Y es que la música está mucho más allá de los instrumentos. Al igual que nos valemos del tenedor y la cuchara para comer, nosotros también nos valemos de los instrumentos (la voz es un instrumento más) para realizar música. Podríamos incluso escribir música para instrumentos que todavía no se han inventado.
Otro punto que hay que tener en cuenta es que en todas las épocas se ha suscitado siempre la misma polémica entre:
- La música "antigua" y la música "moderna".
- La música "vocal" y la música "instrumental".
- La música "melódica" y la música "contrapuntística".
También había otros conflictos de una índole no tan general:
- La música "Italiana" y la música "Francesa" (o la "alemana")
- La Ópera "Italiana" y la Ópera "Francesa".
- Bramhs o Wagner...
Que si ésa es mejor que ésta o que si éste es mejor que aquel. Los gustos cambian con mucha frecuencia. Compositores que hoy en día consideramos grandes genios, en su tiempo eran desconocidos. Y viceversa, compositores que en su día eran muy famosos y hoy en día ya nadie los recuerda.
Se sabe también que algunas obras no se llegaron a interpretar, ni siquiera a publicar, porque sus autores no estaban satisfechos con sus composiciones puesto que las consideraban malas y preferían no presentarlas. Mucho tiempo después, otros compositores las rescataban y hoy en día muchas de ellas se consideran grandes obras maestras. Las mismas obras que los propios compositores desechaban en su momento.
Tampoco hay que olvidar que había compositores que también hacían críticas a las obras de sus contemporáneos y sabemos que algunos que tenían gran renombre echaban por tierra a algunos compositores que hoy en día son tan importantes como ellos mismos.
Volviendo a nuestro tema central podríamos hacernos algunas preguntas como por ejemplo: ¿Por qué las bandas de música tienen más repertorio de zarzuela que de ópera, siendo ésta última de más calidad y prestigio que la primera, hablando en líneas generales? ¿Por qué en España las bandas de música interpretan pasodobles cuando a nivel mundial este género no tiene demasiada importancia?
Simplemente porque, sin olvidar la calidad que tiene ésta música, estos géneros son nuestros y están en nuestras tradiciones. Por eso en una zarzuela de ambiente aragonés no puede faltar nunca una jota, porque es lo característico de esta tierra.
Por eso a la pregunta de qué obras son la más adecuadas para transcribir o adaptar para una Banda de música quizás lo mejor es olvidarse de la respuesta y no darle tanta importancia a la pregunta.